¿De verdad hemos evolucionado?

Uno de los eventos más significativos en la historia de la evolución humana fue la adopción de la postura erguida por nuestros antepasados.

 Hace aproximadamente 6 millones de años, se cree que el primer homínido se puso de pie y comenzó a caminar sobre dos piernas. Este cambio en la postura fue un hito crucial en el desarrollo de nuestra especie, y nos permitió desarrollar habilidades como la caza y la recolección, así como la capacidad para fabricar herramientas.

A pesar de la importancia de este evento, muchos de nosotros hoy en día damos por sentada nuestra postura erguida. Pasamos gran parte de nuestro tiempo sentados, en posición encorvada frente a una pantalla, lo que puede tener efectos negativos en nuestra salud y bienestar. La postura erguida no solo nos permite mover de manera más eficiente y tener mejor equilibrio, sino que también tiene beneficios psicológicos, como aumentar nuestra autoconfianza y reducir el estrés.

Es importante recordar que nuestra postura erguida es una característica única de nuestra especie y es fundamental para nuestra supervivencia y éxito. En esta época en la que se fabrican sillas ergonómicas para mantenernos sentados muchas horas, se inventan aplicaciones y sistemas de compra de comida para que no tengamos que movernos, se inventan vehículos motorizados para no tener que utilizar nuestras piernas  demasiado; puede ser fácil olvidar esta habilidad que hemos desarrollado a lo largo de millones de años de evolución, es crucial que prestemos atención a nuestra postura y trabajemos para mantenerla en buena forma. 

Al hacerlo, podemos mejorar nuestra calidad de vida y honrar el legado de nuestros antepasados ​​que dieron el gran paso hacia la posición erguida.

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